martes, 28 de agosto de 2012

Hipertensión

Esta enfermedad puede pasar inadvertida y es más frecuente a partir de los 40 años, aunque puede aparecer a cualquier edad.

¿QUÉ ES?
Es la elevación de los niveles de presión arterial de forma continua o sostenida. Para entenderlo mejor es importante definir la presión arterial. El corazón ejerce presión sobre las arterias para que éstas conduzcan la sangre hacia los diferentes órganos del cuerpo humano. Esta acción es lo que se conoce como presión arterial. La presión máxima se obtiene en cada contracción del corazón y la mínima, con cada relajación.

¿QUÉ SÍNTOMAS PRODUCE?
La sintomatología que puede acompañar a la hipertensión arterial es muy variada. Puede ocurrir que la hipertensión arterial no dé ninguna sintomatología y su descubrimiento sea causal (por revisiones médicas, cirugías, etc…).
En otras ocasiones, se descubre a raíz de la presencia de determinados síntomas como dolores de cabeza, hemorragias nasales espontáneas, sensación de inquietud, nerviosismo… y de forma menos frecuente por elevaciones bruscas y severas de la tensión arterial que se acompañan de dolor de cabeza intenso, sensación de frialdad y angustia, palpitaciones, temblor.
Las manifestaciones clínicas de la hipertensión dependen en gran parte de la posible causa que la puede originar. En determinados procesos el inicio de la hipertensión puede ser brusco con elevaciones severas de la tensión arterial en forma de crisis.

HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y RIESGO CARDÍACO


¿POR QUÉ ES UN FACTOR DE RIESGO?
La hipertensión supone una mayor resistencia para el corazón, que responde aumentando su masa muscular (hipertrofia ventricular izquierda) para hacer frente a ese sobresfuerzo. Este incremento de la masa muscular acaba siendo perjudicial  porque no viene acompañado de un aumento equivalente del riego sanguíneo y puede producir insuficiencia coronaria y angina de pecho. Además, el músculo cardiaco se vuelve más irritable y se producen más arritmias.
En aquellos pacientes que ya han tenido un problema cardiovascular, la hipertensión puede intensificar el daño.
Propicia la arteriosclerosis (acumulación de colesterol en las arterias) y fenómenos de trombosis (pueden producir infarto de miocardio o infarto cerebral). En el peor de los casos, la hipertensión arterial puede reblandecer las paredes de la aorta y provocar su dilatación (aneurisma) o rotura (lo que inevitablemente causaría la muerte).

¿CÓMO AFECTA LA PRESIÓN ARTERIAL AL CEREBRO?
Cuando las arterias se vuelven rígidas y estrechas, el riego sanguíneo resulta insuficiente y provoca la aparición de infartos cerebrales (ictus o accidente vascular cerebral isquémico). La elevación de la presión arterial también puede causar la rotura de una arteria y ocasionar una hemorragia cerebral (ictus o accidente vascular cerebral hemorrágico).

¿CÓMO AFECTA LA PRESIÓN ARTERIAL A LOS RIÑONES?
La hipertensión causa rigidez en las arterias que suministran la sangre a los riñones. Pero también perjudica al propio riñón, lo que puede desembocar en una insuficiencia renal que incluso requiera diálisis. Por otro lado, si el riñón resulta dañado se puede producir un aumento de la presión arterial.

¿CÓMO AFECTA LA PRESIÓN ARTERIAL A OTROS ÓRGANOS?
Si afecta a las arterias de las piernas causa dolor al caminar. Si daña las arterias de la retina provoca alteraciones en la visión.
En los hombres puede causar impotencia.

HIPERTENSIÓN: DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se basa en un sencillo procedimiento de medición, aunque en algunos casos son necesarias otras pruebas como el hotler de presión arterial. Es imprescindible completar el estudio con un análisis de laboratorio (de sangre y orina) y un electro cardiograma. Para facilitar un diagnóstico es muy importante tener presente estas recomendaciones:
  1. La hipertensión arterial no produce síntomas directos y puede pasar inadvertida.
  2. Es más frecuente a partir de los 40 años, aunque puede aparecer a cualquier edad.
  3. Hay predisposición familiar, aunque normalmente se da también en personas sin antecedentes.


FUENTE: Fundación Española del Corazón

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